Configurar la temperatura del termostato de los equipos de frio, en un mínimo 24°C. Cada grado por debajo de los 24°C en verano genera aproximadamente un 8% extra de gasto energético.
Limpiar periódicamente los filtros de los aires acondicionados cuando estén sucios, ya que el motor realiza más trabajo y consume más energía.
En verano y para días no muy calurosos, priorizar el uso del ventilador en lugar del aire acondicionado. Consume un 90% menos.
Mantener puertas y ventanas cerradas en los espacios a climatizar, evitando pérdidas de calor.
Aprovechar cuando sea posible la ventilación natural, en verano se recomienda ventilar por la noche.
En verano, usar persianas o aleros en ventanas para evitar el sol directo y reducir el consumo en refrigeración.
A la hora de comprar electrodomésticos, optar por las clases más eficientes de la etiqueta de eficiencia energética. En aires acondicionados, heladeras y lavarropas, considerar la tecnología Inverter.
Por cierto, ¿Sabías que la heladera es el artefacto que más energía consume en nuestro hogar? Al estar encendida las 24 hs los 365 días del año, representa un 24% del consumo eléctrico.
Regular la temperatura del agua caliente del termotanque eléctrico, evitando entibiar con el agua fría. Ahorras la energía que implica calentar el agua desde el equipo.
Desconectar equipos eléctricos y electrónicos cuando no los utilices, el reloj encendido del microondas puede gastar más energía de la que realmente se necesita para calentar un alimento. Casi un 15% del consumo de una vivienda se produce por aparatos electrónicos conectados en stand by (modo de espera).
La iluminación representa más de un 12% del consumo eléctrico de una vivienda, por eso debemos apagar la luz de los espacios que no utilizamos, y aprovechar siempre que sea posible la iluminación natural.
Reemplazar las luminarias por tecnología LED, consumen un 80% menos que las tradicionales y duran 7 veces más.
Incorporar sensores de movimiento en luminarias exteriores.
Cuidados del Agua.
Considerar la tecnología eficiente para los baños, por ejemplo, para inodoros optar por aquellos con tecla dual o doble descarga que puede reducir el consumo de agua hasta un 65%.
Llenar el lavarropas y el lavavajillas. El lavarropas puede gastar hasta 90 litros cada vez que la utilizas. Un lavavajillas, alrededor de 30. Usalos inteligentemente, ponerlos siempre a carga completa y siempre que puedas evitar lavar con agua caliente (calentar el agua se lleva el 90% del consumo).
Recambio de agua de piletas. Un a
decuado mantenimiento permite conservar el agua por mucho tiempo y evita tirar miles de litros de agua para volver a llenarla.
Riego desmedido y sin control. Una forma de regar que lamentablemente se ha naturalizado es dejar la manguera abierta durante horas y en cualquier momento del día. Esto genera un importante derroche de agua.